El pasado domingo, 21 de abril, disfrutamos de un día radiante y de una estupenda jornada de naturaleza en familia. Junto al equipo de la Escuela Airelibre CRC, un nutrido grupo de familias del colegio recorrieron el cauce del río Eresma desde el Área Recreativa Boca del Asno.
La expedición se puso en marcha sobre las 10:30h con la ilusión de disfrutar de una gran jornada de paseo recorriendo el río hasta llegar a la localidad de Valsaín, donde pudimos observar los restos del Palacio Real. Originalmente, debió de ser un pabellón de caza utilizador por la casa Trastámara, en tiempos de Enrique III y Enrique IV. Su denominación original fue Casa del Bosque y se utilizaba todavía en tiempos de Felipe II, que fue el principal impulsor de la mejora de sus estructuras.
En nuestro caminar pudimos disfrutar de las vistas, respirar el aire limpio de los pinares que envolvían el cauce del río entre pinares y descubrir algunas de las construcciones más interesantes de la zona.
Puente de Navalacarreta
Con sus tres ojos de diferentes dimensiones, uno de ellos en tierra, bajo el que no pasa el agua, bueno, quizás durante alguna crecida muy fuerte del Eresma. El tercer ojo está cegado, quizás para mantener el puente estable. En ese ojo cegado hay abierto un pequeño pasadizo por el que discurre la senda de las Pesquerías Reales, al margen derecho del río aguas arriba.
El puente de Los Canales
Se construyó en el siglo XVI, en época de Carlos I, como confirma la inscripción junto a un águila bicéfala que podemos ver en la cara norte del puente. El puente es la puerta que lleva a la parte más hermosa del paseo: la que discurre por los densos y prolongados pinares de Valsaín. Consta de un solo arco y está hecho en piedra de sillería de granito. Sobre él se levantan unas columnas en las que se apoya un canal de madera que servía para llevar agua al Palacio Real de Valsaín así como para el riego de la finca El Parque.
Sobre las 14:00h dimos por concluida actividad y pasamos a degustar los manjares que para la ocasión habíamos traído.
Desde la organización de la Escuela Airelibre CRC solo podemos dar las gracias a todos los participantes por hacer posible esta fantástica experiencia, impulsando un ocio casi olvidado en el que toda la familia disfruta de un entorno natural, fomentando valores como el respeto a la naturaleza y desarrollando la capacidad de establecer nuevas relaciones sociales fuera del ámbito escolar.
Ya estamos diseñando la que será la última actividad por este año escolar. Os dejaremos una pista de la próxima actividad: conseguid un frontal, os hará falta…
Un cordial saludo tanto para los veteranos seguidores como para las nuevas familias que nos van descubriendo. Os compartimos algunas imágenes de la salida del domingo.
Responsable de la Escuela Airelibre CRC
Marcos Novillo Hopfner
