En la granja, hemos podido observar y alimentar a llamas, cabras, cerdos, ovejas, pavos reales y mofetas y, hasta hemos tenido la oportunidad de montar a caballo. Además, hemos practicado algunos deportes de riesgo, como escalada o la tirolina y hemos afinado nuestra puntería con el tiro con arco.
También hemos aprendido a hacer nuestras propias velas (¡qué bonitas han quedado!) y mermeladas utilizando materias primas naturales, como la cera de abeja o las fresas y trabajando en equipo.
Por las noches, hemos encendido nuestras linternas para buscar guru-gurus y nos hemos puesto nuestras mejores galas para bailar como los pájaros y disfrutar con los amigos.
Pero las sorpresas, aún estaban por llegar: Arturo nos enseñó a su vaquería y pudimos aprender cosas muy interesantes de estos rumiantes, como los productos que necesitan para alimentarse y su peculiar modo de digerir la comida. Además Arturo nos enseñó como inseminan a las vacas y tuvimos la suerte de dar el biberón a los terneros. ¡Cuál fue nuestra sorpresa al encontrarnos un ternerito que contaba con solo 3 horas de vida! ¡Fascinante! Toda una experiencia que recordar. A continuación os dejamos unas fotos de estos días inolvidables.