La mítica Pedriza nos esperaba con sus amaneceres metidos en niebla y sus imponentes picos de un granito desgastado por paseantes, escaladores y alpinistas.
Partimos desde el aparcamiento del Tranco en nuestro recorrido sorprendemos a un toro en su paseo matutino.
Nuestros pasos se dirigen hacia la charca Kindelán, más tarde, llegamos a una pequeña pradera donde picamos algo de comer para iniciar la última ascensión al refugio de montaña Giner de los Ríos donde podemos disfrutar de unas vistas preciosas en compañía de los burros que, en sus alforjas, surten de alimentos al propio refugio. Finalmente por un sendero estrecho y sinuoso, llegamos hasta El Tolmo.
Desde estas líneas quiero agradecer a todos los participantes su pasión por la montaña. A nuestra guía experimentada María que nos condujo durante todo el trayecto sin ningún error. A los veteranos seguidores de la Escuela Airelibre, que aunque pasen los años y los peques se hagan grandes, siguen acudiendo a su cita. A las nuevas adquisiciones que, espero hayan disfrutado de su primera experiencia. Y a los antiguos alumnos que se reenganchan a las propuestas de “su” cole unos cuantos años después.
Quiero pedir disculpas a todas las familias que no han tenido oportunidad de venir en esta ocasión debido al poco tiempo con el que os avisé. Espero veros a todos en las próximas propuestas, a las que, seguro os avisaré con más antelación.
Un saludo.
Marcos Novillo
Responsable Escuela Airelibre