¡Esta semana hemos descubierto una sensación nueva! no sabíamos que un color podía ser tan apetecible y atractivo…
Frederick nos ha traído el color marrón, que así, a simple vista, nos parece feucho y con poca gracia. Pero esto se transforma en cuanto vemos que el nuevo color va acompañado de unas tabletas de chocolate, lo que hizo que nos pusiéramos como locos porque nos íbamos a comer entre todos unas onzas de ese maravilloso color marrón.
Además de ver que los frutos secos que recoge la familia de Frederick son marrones, hemos podido experimentar de una forma sabrosa pintando con este color.
Nuestras profes nos dieron el dibujo de un mono para que lo pintásemos y a nosotros nos encanta pintar, pero lo que más nos ha fascinado es que la sorpresa era que no lo íbamos a pintar con pinturas, ni con ceras, sino que ¡lo hemos pintado con chocolate!
Lo pasamos fenomenal porque creíamos que el chocolate solo era para comer, pero nos hemos dado cuenta que de una forma rica y divertida nos quedó un mono precioso de color marrón.
Ni que decir tiene, que a la par que pintábamos con nuestras manos impregnadas en chocolate, nos íbamos chupando cada uno de nuestros deditos sin dejar a penas nada de esa “pintura” tan deliciosa.