Como os contamos en el anterior post, en nuestras clases hay mucha magia.
Decidimos ir a buscar al dragón que aparece en el cuento que nos trajo la Bruja Julia, que estaba escondido en una cueva muy oscura, pero como hay mucha magia apareció una luz diferente: ¡una luz negra!.
Sí sí, como estáis leyendo, una luz negra, una luz que nos permite ver en la oscuridad cosas que sólo se pueden ver con ella y algunas cosas se ven más brillantes, ¡como nuestros dientes! Buscamos al dragón por toda la cueva pero no lo encontrábamos, hasta que acercamos la luz a una de las ventanas y ¡allí estaba!
Nuestros ojos pudieron comprobar todo lo que se puede ver con esa luz, no sólo había un dragón si no que había unos príncipes, un caballero con su caballo y hasta un castillo. Aprovechando la fantasía que teníamos con esta luz especial estuvimos jugando con papel blanco que brillaba de forma especial hasta terminamos tejiendo una gran tela de araña rodando por el suelo los rollos de papel.
Pero aquí no se acaba todo con esta luz, sino que gracias a las cartulinas que nos regaló la bruja Julia hemos podido fabricar con nuestras manos y nuestro entusiasmo nuestros propios gorros de brujos que brillan en la oscuridad. ¡¡Hemos estampado esponjas de formas con pintura blanca y pintura que se ve en la oscuridad!!