Los niños de tres años hemos jugado a ser mecánicos, médicos, policías de tráfico y cocineros.
Las profesoras han conseguido hacer de cada clase un espacio distinto y divertido:
– La clase de los piratas fue un gran taller de coches con muchas herramientas para poder cambiar ruedas, reparar los vehículos…
– La clase de los enanitos, se convirtió en un gran hospital donde nos daban medicinas (lacasitos), nos curaban las heridas y hasta nos vendaban alguna pierna.
– El patio ha resultado ser un divertido circuito, donde la policía nos ponía una multa por saltarnos la rotonda, llevar exceso de velocidad o saltarnos alguna señal.
– Y por último, la clase de los perritos se ha convertido en un restaurante con varios fogones y variedad de rica comida hecha con plastilina.
¡Qué bien nos lo hemos pasado jugando a las profesiones!