Los alumnos de 3º de primaria hemos inventado un cuento todos juntos sobre el valor de la amistad y el trabajo en equipo. Aquí os lo dejamos, esperando que os guste.
LAS AVENTURAS DE UN PEQUEÑO DUENDE
Érase una vez un duende que tenía mucho dinero. Vivía en una casa pequeña. Su mejor amigo era un pájaro llamado Supermán. Pero al duende no le gustaban los árboles.
No le gustaban los árboles porque cuando era pequeño, el duende Carlos se quedó enganchado durante un mes boca abajo y cuando se pudo desatar, se cayó de cabeza al suelo.
Un día su amigo el pájaro llamó a Carlos a su casa y vio que no estaba, y se preguntó dónde podría estar. Resulta que el duende estaba comprando. Había comprado un hacha para talar los árboles.
Cuando empezó a talarlos, se encontró con su amigo Supermán. Y Supermán le preguntó: – ¿Por qué estás talando los árboles?, El duende le contestó: – Porque de pequeño me quedé enganchado y ahora me dan mucho miedo.
Cuando Supermán fue a buscar a Carlos, se rompió un ala. Así que Carlos se llevó al pajarito a su casa para curarle. Pero como no tenía ninguna medicina en casa, utilizó sus manos mágicas. Entonces, el duende tocó el ala y el ala se curó.
Al día siguiente el pájaro volvió a su casa, pero Carlos no estaba porque se había ido al parque de atracciones a subir en la montaña rusa. Como se lo estaba pasando tan bien, no se acordó de su amigo Supermán. Ese día le pasaron muchas cosas: entre ellas, se le olvidó el monedero en su casa, pero con la magia de sus manos, hizo aparecer unas cuantas monedas y se compró un algodón de azúcar. También conoció a un elfo que se llamaba Lifaén que venía acompañado por una marmota. Ambos trabajaban en un circo, e iban haciendo malabares con una pelota.
Entonces se enteraron de que un cazador estaba cazando pájaros en el bosque. Así que se acordó de su amigo Supermán, por lo que se fue corriendo al bosque junto con el elfo y la marmota.
Lo que el cazador quería realmente era cazar al pájaro para capturar al duende y robarle su magia.
Cuando llegaron al bosque y vieron al pájaro, lo intentaron salvar. Antes de que el cazador cogiera la magia del duende, el duende se transformó en un dragón y asustó al cazador, por lo que salió corriendo y él ya no volvió a cazar nunca más.
El duende prometió al pajarito, que nunca más se volvería a olvidar de él.