Muchos de los azulones, bichirillos y rojazos acabamos de aprender a caminar. Alguno queda que todavía está en prácticas pero tanto los mayores como los pequeños sabemos que tenemos pies. Estamos descubriendo que a parte de su función principal, que es la de desplazarnos y sostenernos, también podemos hacer muchas más cosas.
Estamos trabajando la pintura en movimiento y hemos utilizado nuestros pies para pintar.
Nuestras profes nos han pintado con pintura de dedos la planta de nuestros pies y seguidamente hemos caminado sobre un largo trozo de papel continuo. Tanto nos ha gustado que hemos querido repetir varias veces.
No sólo hemos descubierto la pintura en movimiento sino que hemos trabajado colores, esquema corporal, equilibrio y cómo no, diferentes texturas a través del tacto. Quizá lo único que hemos llevado peor han sido las cosquillas en los pies que nos hacía el pincel.
¡Hemos disfrutado muchísimo!