¡Llegó el otoño! Los días son más cortos, aparecen nuevos colores, nuevos olores, las hojas se caen, el viento sopla más fuerte, hace más frío, pero todo esto no quita para que nosotros sigamos trabajando con cosas nuevas.
Aprovechando todo lo que el otoño nos ofrece hemos trabajado con los frutos secos propios de esta estación.
Hemos traído al cole castañas y nueces. Manipulándolas hemos descubierto su textura y su forma. ¡Son redondas!
Después de comprobar como eran hemos pensado que podíamos hacer con ellas y no ha sido comérnoslas.
Hemos mojado las castañas y las nueces en pintura y seguidamente las hemos metido en una caja, en la caja las hemos rodado y movido y el resultado final ha sido un precioso y colorido dibujo.
A parte de pasárnoslo fenomenal rodándolas y golpeándolas nos hemos dado cuenta que somos unos artistas.