Además de la entrevista que fue realizada por cuatro de nuestros reporteros, el resto de los alumnos de periodismo pasaron una agradable mañana visitando las instalaciones de la Cámara Alta. Recorrieron el nuevo salón de plenos y disfrutaron de la historia y la espectacularidad del antiguo. Allí, sentados en sus bancos, la historia parecía que se hubiera detenido. En aquel salón, testigo fiel de tantos acontecimientos importantes en la vida de nuestro país, hicieron fotos y todos pasaron por el atril para dejar constancia con sus instantáneas de su paso por un lugar tan relevante y repleto de historia. En la biblioteca su asombro todavía fue mayor. Allí si había historia, libros importantes, incunables bien conservados, manuscritos y libros únicos y todo en un marco que más bien parecía sacado de un libro de ciencia ficción. Pero si, para ellos, fue importante poder tocar y contemplar de manera muy próxima uno de los ejemplares únicos de nuestra actual Constitución o tener la oportunidad de tener ante sus ojos uno de los pocos manuscritos originales de la primera Constitución Española, llamada la Pepa, y que en estos días cumple 200 años, creo que lo que más llamó la atención de todos fue descubrir lo que guarda el Senado relacionado con los medios informativos.
Cristina del departamento de prensa, les mostró aquellos lugares donde trabajaban los periodistas acreditados y las cabinas de prensa de cada uno de los medios informativos desde las que enviaban la información. Es ese un mundo desconocido para la mayoría de la gente y que a nuestros alumnos, algunos futuros periodistas, les ilusionó. Cristina ya les dijo que esperaba ver a muchos por allí acreditados como periodistas. También les explicó lo que tenían que hacer para entrar como becarios o para quedarse como funcionario y periodista. Gracias, Cristina, fue todo un detalle por tu parte que te agradecemos.
Fue una mañana importante para todos. Por ello quería terminar diciendo que todo fue posible gracias a Teresa Roldán que nos abrió las puertas, nos acompañó y nos explicó de manera extraordinaria todos los secretos del Senado.
Isidoro Martínez Soriano